Cuatro novilleros aspiraban a conseguir uno de los tres premios que se otorgaban en el VIII Certamen "Manuel Cascales Hilla" para novilleros sin caballos y los cuatro han conseguido el cuarto puesto.
El murciano Alejandro Caravaca escuchó los tres avisos en su novillo.
El poco público que se dio cita en la Plaza de Toros de "Los Felices", se encontró con un día de Sol, pero acompañado de aire y frío, en el terreno puramente climatológico, pero se encontró con unos novillos propios de una novillada picada y que "pedían los papeles", como ya es habitual en este certamen y unos novilleros que no han estado a la altura que se esperaba de ellos.
Ninguno de los cuatro ha demostrado que puede abrirse camino en este difícil mundo del toreo, donde lo mínimo que se espera es que aquel que se viste de luces aporte algo nuevo y la verdad es que quedaríamos mejor diciendo simplemente que ninguno ha aportado nada. Pero la verdad es que esto sería muy suave para contarles a Vds. lo sucedido esta mañana en Molina de Segura.
Manuel Cuenca toreó corriendo en todo momento sin colocarse y haciendo las cosas con prisas y como se suele decir "las prisas son para los chorizos... y los malos toreros"., fue totalmente incapaz de dar una serie de cuatro muletazos seguidos.
Juan Reyes quiere dar una imagen de torero antiguo, y ofrece la imagen de cuando el toreo a pie anterior a Juan Belmonte, no le bajó la muleta al novillo y cada vez que se acercaba la pierna automáticamente nos ofrecía el "paso atras", dicho de otra manera le encanta "descargar la suerte".
Otro tanto nos ha ofrecido Alejandro Caravaca, al cual esperábamos ver un avance y realmente hemos visto un retroceso. al igual que Juan, ha abusado de "tirar la pata p'atras" y eso que el novillo tenia un pitón izquierdo que podría haber supuesto el traje de luces. Luego nos ha ofrecido el "sainete mayor" (sus compañeros de cartel ya tocaron el sainete) con el estoque, donde el palco ha perdonado un puñado de minutos antes de cada aviso y tras escuchar el tercero (seis minutos largos pasaron desde el segundo) no ha tenido la honradez torera de retirarse y dejar que el animal marchase a los corrales, siguiendo con el estoque de cruceta y dando una inmerecida muerte al novillo.
Fernández Ramos, sin demostrar nada del otro mundo, fue "el menos malo" del festejo, se le vio demasiado verde para acudir a un certamen como este y fue el único de los cuatro que consiguió dar tes muletazos seguidos y dejando la pierna "puesta", de todos modos el jurado acertó al indicar que tampoco tenía la calidad mínima para merecer un premio.
En cuanto a la información gráfica del festejo, en esta ocasión nos limitamos a tres fotos de cada actuante para evitar "sacarles más los colores" que bastante ha tenido esta mañana y de todos modos espero que algunos de los que han estado vestidos de luces recapaciten un poco y piensen si realmente merece la pena que sigan por este camino y con el enorme sacrificio que les está suponiendo a sus familias. Ahora que termina la temporada puede ser un buen momento para colgar los trastos y dedicarse a otra profesión.
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