Una gran noche la celebrada ayer en Cehegín, la cual contó con dos fases, una mucho más reducida con la visita a la sede del Club Taurino de Cehegín del maestro Luis Francisco Esplá, el cual se quedó realmente asombrado por ese "museo" y del arte derramado gracias a Nicolás de Maya. Como es norma del Club el invitado herró la piel de toro como señal de su paso, en esta ocasión ha sido la primera persona en dejar grabado a fuego el de Victorino Martín "El que más he toreado y el que nunca me ha calentado" indicó el alicantino que es el segundo matador de toros que más ha lidiado toros de este hierro con 122 reses (en primer lugar está Francisco Ruiz Miguel con 162).
Tras felicitar a Nicolás de Maya por este trabajo y ver desde el graderío la plaza de toros se dirigieron a la segunda cita de la noche en el Aula de Cultura.
Esta segunda parte, con una gran entrada en el Aula y con las cámaras de la televisión de Cehegín retransmitiendo en directo, presentó el acto nuestro compañero de torosnoticiasmurcia Pepe Castillo, dando paso a Verónica de Haro.
En el Olimpo, las musas - hijas de Zeus y de Mnemósine, forman el cortejo Apolo como protectoras de la literatura y las artes, las cuales anoche disfrutaron al escuchar la intervención de Verónica, cuando presentó el acto, a los intervinientes y defendió la fiesta de los toros, mostrando su conocimiento periodístico (es profesora en la facultad de la Universidad de Murcia), al cual añadió su conocimiento literario y por lo tanto artístico. Mientas tanto, Baco escuchaba las palabras de Verónica como ese primer olor que desprende el buen vino de la botella al ser descorchada, refiriéndose a Dámaso González como el arquitecto del toreo actual, desarrollando las razones por las cuales los toros son CULTURA. Presentó a Luis Francisco Esplá, como torero y como licenciado en Bellas Artes, dos vertientes del Arte y a Nicolás de Maya como un artista multidisciplinar capaz de remover corazones al tiempo de ser un gran defensor de los toros. "Los dos están sin guión y estoy convencida de que realizarán una obra de arte ante ese lienzo en blanco" indicó como broche a su intervención
Baco miraba desde el Olimpo esa botella de "Lavia Origen" que sirvió a los contertulios para disfrutar -aún más- de una conversación que se mantuvo durante un largo tiempo, que pasó con más rapidez de lo real.
Una charla entre dos artistas hablando del arte del torero y del arte de la pintura, donde Nicolás de Maya, supo mover "los trastos" como ese gran torero que ante un excelente toro piensa y se mueve para que luzca esa bravura, en lugar de pensar únicamente en su triunfo y donde el maestro Esplá mostró una vez más su admiración por Dámaso, por el arte de Cúchares y por todo el arte.
Luis Francisco comentó punto primordial que el artista, tal y como le comentaba el maestro Dámaso González, tiene que ser siempre auténtico y eso lo asumió él desde el primer momento. Cómo anécdota contó los años que pasaron para poderle dar la mano en patio de cuadrillas a más de una figura del toreo, mientras tanto Dámaso saludaba a todo el mundo "pero luego te esperaba en el ruedo", remachó.
Sobre el mundo del toro en Francia comentó que en una ocasión tuvo la oportunidad de hablar con el Alcalde de Arlés, al cual preguntó su signo político, contestando este que pertenecía, tanto él como su equipo de gobierno al Partido Comunista Francés, para proseguir indicando que la fiesta de los toros los tienen totalmente protegida, entre otros muchos temas por la gran importancia que tiene el ganado bravo para mantener el ecosistema, ofreciendo las muchas razones de este punto de vista tan importante para esa zona francesa.
Mientras seguía la conversación en la que Nicolás hablaba de toros y Luis Francisco de pintura, uno preguntaba y otro respondía y a continuación el otro preguntaba y el uno respondía, poco a poco dejé de tomar notas y sacar fotos, sin darme cuenta estaba junto a los dioses del Olimpo disfrutando de un momento único y sensacional y sólo bajé con la fuerte ovación que se llevaron ambos artistas. Pero en esa bajada escuché como Baco me hablaba de grandes "caldos" que existen en nuestra Región "muy buenos en Bullas, Jumilla y Yecla" y por otro lado las hijas de Zeus me felicitaban por el apoyo a la Cultura que están realizando en nuestra tierra clubes taurinos como el de Cehegín, en actos de esta calidad.
Al final resultó cierto lo indicado al principio por Verónica de Haro y ese lienzo en blanco se convirtió en una auténtica obra de arte.
INFORMACIÓN GRÁFICA
Luis Francisco comentó punto primordial que el artista, tal y como le comentaba el maestro Dámaso González, tiene que ser siempre auténtico y eso lo asumió él desde el primer momento. Cómo anécdota contó los años que pasaron para poderle dar la mano en patio de cuadrillas a más de una figura del toreo, mientras tanto Dámaso saludaba a todo el mundo "pero luego te esperaba en el ruedo", remachó.
Sobre el mundo del toro en Francia comentó que en una ocasión tuvo la oportunidad de hablar con el Alcalde de Arlés, al cual preguntó su signo político, contestando este que pertenecía, tanto él como su equipo de gobierno al Partido Comunista Francés, para proseguir indicando que la fiesta de los toros los tienen totalmente protegida, entre otros muchos temas por la gran importancia que tiene el ganado bravo para mantener el ecosistema, ofreciendo las muchas razones de este punto de vista tan importante para esa zona francesa.
Mientras seguía la conversación en la que Nicolás hablaba de toros y Luis Francisco de pintura, uno preguntaba y otro respondía y a continuación el otro preguntaba y el uno respondía, poco a poco dejé de tomar notas y sacar fotos, sin darme cuenta estaba junto a los dioses del Olimpo disfrutando de un momento único y sensacional y sólo bajé con la fuerte ovación que se llevaron ambos artistas. Pero en esa bajada escuché como Baco me hablaba de grandes "caldos" que existen en nuestra Región "muy buenos en Bullas, Jumilla y Yecla" y por otro lado las hijas de Zeus me felicitaban por el apoyo a la Cultura que están realizando en nuestra tierra clubes taurinos como el de Cehegín, en actos de esta calidad.
Al final resultó cierto lo indicado al principio por Verónica de Haro y ese lienzo en blanco se convirtió en una auténtica obra de arte.
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