Delante del toro cada profesional intenta ser el mejor, quiere siempre quedar mejor que ninguno, realizar la mejor faena de la tarde y cortar más orejas que ninguno, si un compañero le hace un buen quite en su turno, él intentará hacerlo mucho mejor, ante un gran par de banderillas de un torero de plata, el otro se asoma más al balcón en el suyo. Pero luego, una vez terminado el festejo el compañerismo y en muchos casos la Amistad es lo único realmente importante y es cuando ocupa el lugar el hombre, la persona, siempre por encima de lo profesional.
En estas señaladas fechas se ha convertido en habitual el unirse los profesionales del toreo murciano para pasar una jornada de compañerismo y amistad, un día para "limar" algún pequeño roce surgido en el terreno profesional y que no han tenido tiempo de olvidar con sincero abrazo.
La jornada se ha celebrado este sábado 26, donde acudieron aquellos a los que les fue posible (son días en los que también alguno está disfrutando de un merecido viaje con la novia y otros tienen algún compromiso familiar, o de trabajo, que le impide estar con los compañeros) y que comenzó con un partido en el campo de Fútbol "José Barnés" de Murcia, donde el equipo de los toreros se enfrentó a los veteranos del Real Murcia.
Podríamos narrar el partido, pero primero tendría yo que aprender algo de este deporte del cual no sería capaz ni de nombrar todos los equipos que juegan en la primera división española, por lo tanto sólo contaremos que Pepe Soler se mostraba firme en la defensa, Alfonso Romero (hijo) siempre lo veía en el centro del campo, José Mora corría más que ninguno y Rafaelillo, lo mismo estaba defendiendo que atacando, llegando incluso a marcar el primer gol de la mañana. Eso sí, los profesionales del toreo consiguieron terminar en tablas con los profesionales del fútbol.
Tras el partido, ya sin "prensa", realizaron una comida de compañerismo en el Restaurante "El Amarre" en plena plaza Mayor de Murcia, donde seguro que Chema Requena, como buen profesional no les quitó la mesa y las sillas de puro milagro, pero poco les faltaría para enlazar con la hora de la cena.
Una jornada donde, según hemos podido saber, de lo que menos se habló fue de toros, las relaciones humanas fueron lo fundamental en este día donde las caras serias del miedo se cambiaron por las risas de las bromas y las sonrisas del compañerismo.
!Feliz Navidad y Feliz 2016 Toreros!
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