22 ene 2014

EL CLUB TAURINO DE MURCIA NOS INFORMA DEL PRIMER MARTES TAURINO DE 2014

Paco Ureña: "Mi amor al toro es lo que me hace seguir adelante"

El torero lorquino quiere refrendar este temporada las sensaciones que dejó en Las Ventas en 2013
  


Tras siete duros años en los que apenas toreó, dos tardes importantes en Las Ventas en 2013 hicieron que el mundo del toro volviera a fijarse en él. El que fuera prometedor novillero no había tenido suerte en su carrera hasta esas corridas de agosto y octubre en Madrid en las que cuajó faenas importantes dejando un aroma a toreo puro en el albero. El lorquino Paco Ureña está confiado y hoy, bajo el apoderamiento de la Casa Chopera, se muestra confiado en sus posibilidades.

El matador, de 31 años, inauguró los Martes Taurinos de 2014 y se mostró muy sincero en la charla mantenida con Francisco Ojados. Una charla que comenzó recordando el largo periodo sin torear pese a los buenos augurios que le acompañaron como novillero.

De hecho, Ureña irrumpió en 2005 en Madrid, que él considera su plaza, cuando cortó una oreja y ganó el Certamen de Novilleros de Canal +. "Gracias a Madrid me lancé. Fue una época en la que toreé bastante", recordó Ureña, que se presentó como novillero con caballos en Calasparra y debutó en Murcia con una novillada de Manolo González. Empezaba el difícil sueño de ser torero.

El lorquino se marchó a Sevilla con 15 años a formarse. "Murcia es una tierra que amo pero sabía que aquí me costaría mucho trabajo ser lo que quería ser. Tenía claro que debía desvincularme y por eso marqué tan joven mi propio camino. Pero a esa edad, si estás solo, se vive muy mal. Se echa de menos todo, a tu familia, a tus padres. Afortunadamente tengo una familia que me ha ayudado mucho pero eso se supera estando con el toro y queriéndolo", confesó.

            Fue una época de aprendizaje en la que convivió con maestros como Manili o José Antonio Campuzano, a los que recuerda con devoción y respeto “porque me enseñaron mucho”. En Sevilla, donde sigue viviendo, se ha ganado el respeto por ser una persona humilde. “Tengo amigos ganaderos que se han portado muy bien conmigo y he podido tentar en estos años en los que no he toreado mucho. La carencia de espectáculos la he suplido con la preparación en el campo", dijo.  

Durante su travesía en el desierto pensó de todo. “Sonaba el despertador, me levantaba a entrenar y así sumaba un día tras otro. Había momentos en que me decía, "dónde vas, Paco", y apagaba el despertador. Pero enseguida me volvía a decir que tenía que levantarme a entrenar. No veía la luz y pensaba en tirar la toalla, pero a los pocos días me llamaban para tentar y  entonces me decía "por qué no, Paco". Mi amor al toro es lo que me ha hecho que no abandone”, confesó. 
 
Reconoció que al principio le parecía “injusto” no torear y se enfadaba si no le ponían en los carteles. “Pero el toreo es una profesión de intereses y si interesas estás. Si no he estado en Murcia o en otras plazas es porque no era mi momento. Si voy es porque interesaré. En Murcia o en cualquier otra plaza”, dijo Ureña, que tomó la alternativa en su tierra natal en 2008. Con los años, y después de muchos días de lágrimas por no verse anunciado durante años, aceptó que “había compañeros que merecían estar en las ferias antes que y fue entonces cuando me desarrollé como torero y como persona".

Hubo momentos malos, pero siente que el peor fue no torear en Lorca en el festival a beneficio de los damnificados por el terremoto. "Es lo único que me ha hecho de verdad daño en el toreo. No estar ahí, con mi gente”, destacó.

Juan Segura, figura clave

El lorquino señala como una de las figuras clave en su carrera a Juan Segura, una persona que no pertenece al mundo del toro “pero que creyó en mí y aunque dejó de ser mi apoderado hace algunos años sigo hablando con él todas las semanas”.

Otro nombre señalado es el de Joxín Iriarte, gestor de la plaza de toros de Azpeitia, que también apostó por un Ureña dos años seguidos en los que se las vio con sendas corridas de Palha, en las que cortó un total de tres orejas y que la abrieron las puertas de Francia.

A finales de 2012 acordó unirse a Julio Fontecha y Pedro Carra, “que fueron como un balón de oxígeno e hicieron mucho por mí”.

El punto de inflexión de la carrera de Ureña llega la tarde de la confirmación de la alternativa en Madrid, el 25 de agosto de 2013. Las crónicas del día hablan de él como un torero “que aporta el aire que necesitamos”, “que deja grandes sensaciones”, “con aroma en la mano izquierda”, “que hace un toreo muy puro”…El lorquino tendría ocasión de refrendar la buena actuación un par de meses después en una nueva comparecencia en la Feria de Otoño de Madrid. Las ovaciones le dicen que se ha ganado el respeto de Las Ventas. Es “un hombre feliz que se siente infeliz porque tiene ganas de llegar hasta donde sea capaz de llegar y donde me deje el toro”.

Paco Ureña recibe una de esas llamadas que no se pueden rechazar tras su doble éxito en Madrid. La Casa Chopera, una de las más importantes del mundo, será su apoderada esta temporada en la que él trabajará por seguir evolucionando. “He avanzado en mi toreo y he encontrado cosas que vienen muy bien a mi manera de torear. La distancia es muy importante porque hay que saber qué quiere el toro en cada momento”, matizó.

Tendrá hueco en bastantes ferias para demostrar esa evolución y sabe que en los ambientes taurinos suenan los ecos de lo que hizo en Madrid el año pasado. 

Pero él sigue mostrando sencillez y tranquilidad. “Quiero ir día a día porque el que tiene que resolver soy yo. No sé dónde estaré anunciado, pero en Madrid imagino que sí, y ojalá que sean dos tardes. Queda mucho, no me quiero obsesionar, pero estoy loco por volver a torear en Madrid. Se lo debo todo”, dijo el matador lorquino, que no oculta tampoco la ilusión que le haría torear en la Feria de Murcia.

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