A menos de dos horas en coche desde Cehegín, se encuentra granadina
población de Castril, situada en la Comarca de Huescar, población con la que
limita, junto con las de Castilleja, el municipio jienense de Peral del Becerro
y el parque Nacional de las sierras de Cazorla, Segura y las
Villas. Población que nombró Hijo Predilecto al premio Nobel de literatura
José Saramago, el cual le dedicó varios versos y visitas a la tierra natal de
su esposa.
Aparte de estas pinceladas de situación y anecdotario de su reciente
historia, ya en el siglo XVI se
tiene constancia de que Castril celebraba encierros
de toros que posteriormente serian toreados en su Plaza Mayor.
Esta tradición que desapareció por diversas circunstancias se ha conseguido
recuperar y este año de 2011 ha sido el primero en el que esta preciosa
población ha visto de nuevo como a través del monte y guiados por caballos
hasta la entrada de la misma llegaban los utreros arropados por la piara de
cabestros, para en sus calles ser dirigidos en carrera por los jóvenes locales,
terminando en la citada plaza mayor.
Esta recuperación de las tradiciones me recordó mucho la labor
realizada en su día por la Asociación Pro - Encierros de Cehegín que
consiguieron igualmente recuperar de la memoria histórica local estos encierros
que cada día son más seguidos, no solo por los habitantes propios, sino que
reciben cada año más visitantes de toda la geografía regional.
No se si Castril ha tenido la suerte de disponer de personas enamoradas de
los encierros como en su día (y en la actualidad) contó nuestro querido
Cehegín, pero sea quienes sean los "culpables" quiero felicitarles
desde estas líneas por su labor, deseándoles que continúen con la tradición. Y
el año próximo, cuando llegue el mes de octubre consigan nuevamente llenar de
autóctonos y foráneos, las calles, bares y restaurantes del pueblo.
Castril, no tiene la suerte de contar con una bella plaza de toros, como
ocurre en Cehegín, pero si ha sabido acoplar su plaza mayor de tal manera que
algunos nos planteamos el regresar otro año, pero quedándonos a dormir para
poder saborear la fiesta en toda su integridad - incluido por supuesto el
preparado de vino que pudimos ver, pero no probar al tener que conducir - .
A lo que no me pude resistir fue a sacar una auténtica serie de
fotografías, parte de las cuales queremos compartir con Vds. unas para que vean
el Castril que yo quería ver y que prácticamente me he "dejado
vivo" para rematar la faena otro día de este mismo año y otra parte
dedicada a los encierros y preparativos para sacar los utreros a la plaza y que
he decidido dejarlas sin color para que se aprecie el auténtico sentir de un
pueblo que quiere seguir viviendo sus tradiciones.
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