13 sept 2009

El Cordobés a hombros en la primera corrida de toros de la feria de Murcia

Día 13 Septiembre
MURCIA
Dos tercios en los tendidos
Toros de José Luis Pereda, con nobleza y faltos de fuerza
- El Cordobés.- Oreja y dos orejas
- Rivera Ordoñez.- Palmas y silencio
- El Fandi.- Petición de oreja y oreja con fuerte petición de la segunda (pitos al palco)

Con tres toreros de “tirón” para el público y lamentablemente no se ha llenado el coso de la Condomina, tres toreros que por si solos han sido capaces de llenar plazas y que ahora juntos no lo consiguen. Yo no sé cuál será la solución, pero si queremos mantener esta preciosa Fiesta, entre todos los que la queremos, tendremos que pensar en la solución. Es muy importante que en Feria la plaza esté llena, y que público, toreros, ganaderos y empresarios se sientan felices al culminar.

En esta primera corrida de toros de la Feria de Septiembre, el cartel lo ha encabezado “El Cordobés” que se ha encontrado con un primer toro al que ha tenido que cuidar en todo momento y al que ha realizado una faena, casi en su totalidad, por la derecha y guardando mucho las distancias, para culminar de estocada de efecto rápido y el palco le ha concedido una oreja que no ha sido demandada de manera mayoritaria. En su segundo salió a relucir el Cordobés que quería ver el público y tras comenzar por la derecha rodilla en tierra, nuestra centenaria plaza se le rindió ante el salto de la rana, adornos diversos e, incluso, la simulación de un combate de boxeo. La estocada, algo caída, fue suficiente para que el publico reclamase las dos orejas, que el palco no dudó en conceder- Ya decíamos en la novillada sin caballos del otro día, que no se mediría a todos igual-.

En segundo lugar actuó Rivera Ordóñez, el cual dejó que se castigase bastante a su toro en varas y solo reaccionó cuando El Fandi realizó el quite que le correspondía, realizando otro y cogiendo rápidamente las banderillas para poner tres buenos pares de poder a poder los dos primeros y el tercero al violín. El resto de la faena, igual que la de su segundo toro, sin cruzarse, sin tirar “la pata p’adelante” y sin decir nada que mereciese la pena, en definitiva, como ya viene siendo habitual pasó con más pena que gloria.

Con El Fandi me ocurren dos cosas contrapuestas, por un lado, su manera de interpretar el arte de Cúchares no es la misma que la mía, mi concepto es diferente, pero por otro me gusta su honradez con el público y con él mismo, y en esta ocasión tengo que decir que lo que me queda en el recuerdo de esta tarde ha sido una media verónica de él, por la cual – y estas cosas ocurren pocas veces – mereció la pena el importe de las entradas. Como es habitual en él, con las banderillas simplemente: muy bien y aunque, repito, no es con la muleta lo que más me guste, realizó una faena de las que suele realizar, aunque de vez en cuando, descargase la suerte en lugar de cargarla, parte del público le solicitó una oreja que no fue suficiente como para atender. En el sexto de la tarde intentó que le llegase con más brío al último tercio, razón por la cual al tiempo que lo dejaba en suerte, pedía el cambio de tercio e indicaba al picador que lo dejase – todo un signo de vergüenza torera – tras otro buen tercio de banderillas, realizó una faena más de cara al público y tras la estocada el público solicitó las dos orejas de forma insistente, que en esta ocasión el palco se negó a conceder escuchando una sonora pitada.

Por motivos ajenos a nuestra voluntad no podemos ofrecer galería fotográfica

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