17 sept 2009

Casares triunfa en la segunda novillada de Feria en Murcia

Día 16 Septiembre
MURCIA
¼ de aforo en los tendidos
Novillos de El Torero, justos de presencia y juego desigual
- Raúl Sáéz: Ovación con saludos tras aviso y oreja tras aviso.
- Luis Miguel Casares: Dos orejas y ovación con saludos tras petición.
- Conchi Ríos: Ovación con saludos tras aviso y silencio.

Abrió plaza el Cartagenero Raúl Sáez, que se vio obligado a realizar gran parte de su faena con una fina y molesta lluvia, que mantenía “frío” al público, además de corresponderle un novillo sin transmisión, al que le costaba arrancarse, tal vez por como estaba el suelo de la plaza en ese momento, y donde Raúl intentó todo lo que se podía intentar, para colmo, durante la faena se le torció un poco el pie y se le provocó una fisura en el tobillo, lo cual no le impidió dar unas Bernardinas muy ajustadas. Con dos pinchazos y estocada, puso fin a su faena donde llegaron a verse algunos pocos pañuelos en el tendido. En el segundo de su lote, que tenía más transmisión, le realizó una buena faena, con momentos de bajarle bien la mano y con esa manera tan personal que tiene el cartagenero de interpretar el toreo, pero alargó demasiado la faena y al final cortó una oreja. En esta actuación vimos un Raúl con muchas ganas y esa rectitud característica con la que puede funcionar.

En el cartel figuraba a continuación Luis Miguel Casares, al cual se le nota que es el más placeado del escalafón, y donde le tocó en primer lugar el mejor novillo de la tarde, al cual entendió perfectamente y le dio muy buenos muletazos, aunque en algunos momentos dejando demasiada distancia, pero con gusto y variedad, además culminó la faena con una gran estocada que le sirvió para cortar dos orejas y de paso abrir la puerta grande de la plaza de Murcia. El quinto de la tarde, fue noble pero escaso totalmente de fuerzas y donde, además, se le pegó bien en el caballo, ante él solo pudo intentar hacer algo y recetarle otra gran estocada, escuchando silencio.

A Conchi Ríos, en esta ocasión le falló la espada y el estoque de cruceta, ya que con el tercero de la tarde mostró un toreo de categoría, alejada de solicitar las palmas con la mirada al público, realizó un toreo valiente y mandando al novillo, estando firme en todo momento y con un buen concepto de lo que tenía que hacer, una faena, según mi punto de vista, merecedora de salir por la puerta grande. El que cerró plaza fue un auténtico “regalito”, buscaba por todos sitios al figura que se quedaba detrás de la muleta o el capote sin hacer caso de los engaños, llegando el momento de conseguir que el propio público, pidiese a la de Murcia que tomase el estoque y evitase la cornada.

na vez más, el público no ha respondido. En una tarde donde estaban reunidos en el cartel, uno de los novilleros punteros del escalafón y dos novilleros de la Región, que en otras ocasiones han sido capaces de llevar autocares para seguirles, sigo sin entender las causas de que la plaza consiguiese un “entradón”.

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