Y por más que lo tengamos que repetir no nos cansaremos de escribirlo, al igual que el Maestro no se cansa de que lo saquen de esta manera (aunque sea una paliza).
Su segunda actuación en la feria taurina de Colmenar Viejo (Madrid) donde estaba acartelado con Diego Ventura y Miguel Ángel Perera -oreja y oreja el primero, oreja y ovación el segundo-
No fue toro de realizar faena grande el primero de su lote, que ya de salida se mostró tranquilo, pudiendo el murciano realizar unas verónicas despaciosas y donde se podían sacar tres fotones en cada una de ellas sin necesidad de "rafaga". En la muleta no repetía ni una sóla vez, pero, aunque fueron de uno en uno, Ureña dibujó el toreo en cada uno de ellos, ajustándose y meciendo las muñecas acompañando al toro. A la hora de matar se puso prácticamente imposible el toro, teniendo que entrar en más de una ocasión. A pesar de ello escuchó una fuerte ovación.
Buen toro el que cerraba plaza, donde nuevamente Paco Ureña se sintió torero, tanto con el capote como con la muleta, primero a la verónica y después al natural con una lentitud increíble. Mató de estocada entera, pero al igual que ocurrió en Cieza, el toro se tragó la muerte y posteriormente lo levantó el puntillero. Pero en esta ocasión el público había entendido la faena del de Lorca y se le concedieron las dos orejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario