11 mar 2019

EL CLUB TAURINO DE TORRE PACHECO NOS INFORMA

Gran éxito de la fiesta campera del  
 Club Taurino de Torre Pacheco 

Mañana brillante, en todos los sentidos. Así se puede calificar la estupenda mañana vivida en el día de hoy en la finca La Herencia, de Torre Pacheco.
Brilló el sol, brillaron toros y toreros y sobre todo, la organización y gran respuesta de público al evento superando de largo las expectativas previstas, sobrepasando las 400 personas.
Cercanos y afables se mostraron los diestros Manuel Escribano y Román, con todos los aficionados que quisieron fotografiarse, intercambiar impresiones y en general conocer de cerca a sus ídolos.
Se lamentó la desgraciada baja de Colombo, debida a la difícil situación que se vive en Venezuela y que le impidió abandonar su país para iniciar su temporada europea.
Los matadores estoquearon dos utreros de gran juego en su conjunto.
Manuel Escribano recibió con un gran ramillete de verónicas y dos medias a un nobilísimo “Guadalmena “que fue un dechado de bondad, y que permitió al diestro sevillano mostrarse fácil y poderoso con los rehiletes en la mano.
Con la muleta dibujó tandas por ambos pitones, de gran calado y conexión con el público, destacando sobre todo las ejecutadas con la mano izquierda.
Un pinchazo previo a una gran estocada y el reconocimiento unánime de todo el público en pie con el diestro de Gerena.
Román, trajo la alegría y simpatía ante un novillo de Sancho Dávila, de preciosas hechuras, y que despertó tras el excelente puyazo de Gustavo Martos.
En la muleta, el novillo siempre fue a más, sin cansarse de seguir los engaños que le mostraba el diestro valenciano, destacando el toreo en redondo sobre la mano diestra.
Un final de faena de vértigo, con Román dominando al burel de Sancho Dávila, metido entre los pitones, y pasándoselo por sitios inverosímiles.
Llego incluso a tirar la muleta y quedar a escasos milímetros del novillo, en un desplante que fue la ebullición de su faena. El estoconazo sin puntilla puso la rúbrica, al buen momento que atraviesa Román.
La sorpresa de la mañana fue el joven pachequero Víctor Acebo, ante un extraordinario eral de Sancho Dávila. Dibujó varias verónicas y una media de cartel.
Brindo la faena al gran aficionado de Roldán, Pedro Roca. Comenzó con toreros ayudados su faenas sobre la mano diestra, dibujó grandes muletazos, con la figura desmayada y mandando en la embestida del novillo.
Atento siempre a los consejos del maestro Ruiz Manuel, el alumno de la escuela taurina de Almería, cuajó naturales de lujo en varias tandas a más que fueron un delirio entre el público.
Cambios de mano, kikirikis y pases del desdén fueron firmas de la gran calidad que atesora el joven Víctor Acebo.
Tras un final de faena por toreros ayudados con la rodilla genuflexa y un gran trincherazo, rubricó con una estocada sin puntilla su labor ante sus paisanos.
Antes de comenzar la Lidia de los novillos, la directiva del club taurino de Torre Pacheco, agradeció a los toreros su asistencia y compromiso obsequiándoles con una medalla de la Virgen del Pasico.

En definitiva una gran mañana de toros y buen ambiente, donde se dieron cita aficionados de todo el campo de Cartagena y representantes de los distintos club de la Región, culminando así la jornada de hermandad y toreo, prologada con un suculento almuerzo compuesto por Migas, embutidos, vinos y salazones de la tierra
 fotos: Pepe Vera

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