DONÓ AL CLUB EL VESTIDO DE LUCES CON EL CUAL SALIÓ POR LA PUERTA GRANDE DE LAS VENTAS
El
murciano, que se formó en la antigua Escuela Taurina de Madrid, tuvo una
destacada trayectoria como novillero en la que llegó a salir a hombros por la
puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid en una novillada sin
picadores. “Me fui a Madrid con 15
años y pronto toreé varias novilladas sin picadores. En la escuela confiaron en
mí y me pusieron en una novillada sin picadores en Las Ventas y corté una
oreja”, explicó el subalterno, que prosiguió: “A las dos semanas me repitieron, corté las
dos orejas a un novillo abriendo esa puerta grande. Fue muy bonito y aunque no
haya llegado a estar en la élite tengo ese orgullo”. Tras debutar con
picadores y dar una vuelta al ruedo en Las Ventas en su presentación con los del
castoreño, Mora cambió el oro por la plata en el año 99. “Lo que tenía claro era que quería torear y
no me iba a resignar a no tener oportunidades. Aunque sabía que tenía
condiciones para ser matador de toros, pero en mi decisión primó el realismo y
no me arrepiento para nada porque esta profesión es lo más bonito del mundo”,
aseguró.
Alfonso
Romero y Rafaelillo fueron los primeros matadores que contaron con él como
banderillero, formando parte de la cuadrilla de este último a lo largo de toda
su carrera. “A Rafaelillo le
conozco desde que éramos niños y compartíamos el sueño de querer ser torero.
Sigue siendo el mismo que entonces. Es una persona con una actitud muy positiva
y con pensamientos felices que siempre saca su buen humor y lo hace todo muy fácil.
Es un hombre que habla muy claro, con el que he compartido momentos duros y
felices convirtiéndose en una persona muy importante en mi vida”,
aseguró José que también ha tenido la oportunidad de torear a las órdenes de
toreros de la talla de El Juli: “Julián
fue compañero mío en la Escuela de Madrid y hemos toreado muchas tardes juntos,
de hecho, fui a México gracias a él”, explicó Mora, añadiendo que: “He tenido la suerte de ir en su cuadrilla
varias veces y cuando toreas con una figura como él es totalmente distinto,
existe tensión pero vas disfrutando en todo momento”.
José
Mora afirmó sentirme más a gusto con el capote: “Disfruto mucho cuando el animal responde y puedes mostrárselo a tu
matador. Con los palos no me gusta dejarme ver, me gusta hacer la suerte bien
pero sin aspavientos”. Igualmente, aseguró que: “Para mí las ganaderías de Santa Coloma y
Saltillo son más difíciles de banderillear porque esperan, miden, no galopan y
no se suelen salir de la suerte. El de Miura, sin embargo, corta pero se suele
salir de la suerte. Al final todo está en la confianza y la seguridad de cada
persona”.
El
gran subalterno murciano, que aseguró tener a Curro Molina como referente, ha
toreado esta temporada 25 festejos sin renunciar a aspiraciones mayores: “Por mi carácter introvertido no soy de
llamar a los toreros para pedirles un puesto. Aunque alguna vez lo he hecho,
los toreros saben que estoy ahí, y gracias a Dios, lo poco o mucho que toreo es
porque me llaman”.
Al
finalizar la charla, se procedió a presentar en sociedad el vestido de luces
que José Mora ha donado al Real Club Taurino de Murcia y que podrá ser
contemplado por todos los aficionados en el museo de la entidad. Se trata del
vestido verde manzana y oro que lució la tarde del 24 de agosto de 1996 en la
que salió a hombros por la puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas de
Madrid.
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