EL PALCO TORTICERAMENTE ASESORADO IMPIDIÓ MAYORES TRIUNFOS
La plaza de toros de Torre Pacheco ha registrado una entrada de prácticamente lleno en los tendidos, lo cual demuestra el tirón que tienen en estos momentos los novilleros sin caballos Cristóbal Ramos "Parrita" y Jorge Martínez, así como la afición al caballo y de manera especial el seguimiento al rejoneador cartagenero Pencho Soriano.
Al finalizar el paseillo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos en las inundaciones de Mallorca y se tocó el himno nacional de España en el día de la Patrona.
Abria cartel el citado rejoneador Pencho Solano, dispuesto a confirmar el buen momento en el que se encuentra esta temporada en la cual casi todas las tardes ha terminado en hombros los festejos.
Brindó el novillo al público Pachequero, un novillo que en un principio parecía no quería ver al caballo, pero consiguió rápidamente sujetarlo y conectar con el público. Puso un único rejón de castigo antes de pasar a banderillas, un tercio que puso de manera variada, sobresaliendo una al quiebro. Mató de un rejonazo. Puso pie en tierra para utilizar el descabello. Se le concedió una oreja cuando el público solicitaba las dos del novillo.
El otro día indicábamos que nos había sorprendido Jorge Martínez y hoy quien nos ha sorprendido ha sido Cristóbal Ramos "Parrita", el cual recibió al primero de su lote con un farol rodillas en tierra para recetarle unas extraordinarias verónicas.
Replicó Jorge Martínez en su turno de quites con unas gaoneras de muy buen corte.
Brindó Parrita al respetable para dar una buena tanda de redondos que caló enseguida en los tendidos, al comenzar las segunda tanda el novillo se rajó, pero el murciano consiguió sujetarlo a base de naturales y circulares, todo ello con mucha torería y gusto. Mató de estocada entera, pero tardó en caer el novillo, utilizando el verduguillo, aunque el público pidió de manera mayoritaria las orejas, el presidente siguiendo las indicaciones de su Asesor Artístico, Mateo Inglés, denegó cualquier trofeo, incumpliendo, según mi punto de vista, el propio reglamento. Se le pidió con fuerza la vuelta al ruedo, tema al que se negó el torero. Siendo abroncado fuertemente el palco.
No llegó a la misma altura la faena realizada al segundo de su lote, pero si fue una gran faena, la cual brindó a su hermana Margarita, destacando los doblones realizados para comenzar con la franela, se mostró por encima del novillo de manera muy voluntariosa y con esos destellos de torero artista y con gusto que tiene el murciano. Mató de una buena estocada y en esta ocasión la rotunda fuerza de petición del público obligó al palco a conceder las dos orejas.
Teníamos muy cercana en la retina la gran actuación de Jorge Martínez en Ramote, única razón por la cual no nos sorprendió el de la Escuela Taurina de Almería. Comenzó el de Totana con unas ajustadas y lentas verónicas, para brindar al Club Taurino de Lorca en la persona de su presidente Juan Coronel. Faena en la cual se lució de manera muy especial al natural, donde bajó la mano y mandó con mucha torería y serenidad, unos buenos circulares antes de tomar el estoque, donde entró a matar dos veces ya que en la primera asomó la punta de esta por el lateral. El respetable le pidió con fuerza las dos orejas que el palco dejó en sólo una.
En el segundo de su lote, Jorge, tuvo el detallazo torero de brindar a su compañero de cartel y se mostró, una vez más, solvente y con oficio, corrigiendo los problemas que presentaba el novillo, estando muy firme por ambos pitones. En un momento de distracción el novillo le levantó los pies del suelo, pero el de Totana, sin mirarse siquiera, siguió con su toreo relajado y de mucho gusto. Una faena que tendría que haber sido para cortar el rabo, pero que se quedó en nada por su mala actuación con el estoque.
Y retomando el tema de los trofeos, indicamos el otro día que el palco había sido generoso, decíamos también que preferíamos esto a la tacañería. Cuando estamos hablando de poblaciones pequeñas y con novilleros sin caballos, estamos convencidos de que no se les puede medir como si fuesen matadores de toros y toreando en una plaza de segunda categoría. Al público, para que siga acudiendo de esta manera masiva, se le tiene que dar diversión y entenderlo (que no es lo mismo que dar trofeos a espuertas sin ton ni son). Pero hoy en Torre Pacheco no se han dado ni siquiera lo que manda el reglamento (si nos ponemos en la puerta de entrada a ver cuantos asistentes llevaban un pañuelo- seguramente han los mismos que han solicitado la oreja), con las manos y silbidos también se piden los trofeos hoy en día y el asesor taurino si no se da cuenta de ello lo mejor que puede hacer, por el bien de la fiesta, es no subir ni una sola vez más al palco.
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