Cuando uno se debe al público y aficionado que le lee está obligado a olvidarse de lo personal para ver sólo la parte profesional, razón por la cual en este mundo del toro es muy difícil hablar del torero que además es amigo.
Hoy me toca a mí superar ese listón, ya que no se trata de un torero que es amigo, se trata de un amigo que es torero, porque Francisco Montiel superó con creces hace años ese límite de ser primero toreo y luego amigo para invertir los términos. He esperado a hablar con él para publicar este escrito en el día que ha comunicado que se aparta del mundo del toro, para conocer sus razones, aunque ya son conocidas hace mucho tiempo por mi.
Lo conocí cuando cogía el capote y la muleta por primera vez en la Escuela Taurina, le seguí esos primeros pasos y esas primeras becerras, por esas plazas donde por aquellos años se montaban novilladas sin picadores (cuanto hemos perdido en España en ese tema) conocí a su familia, tan seria y honrada como el hijo que educaron. Sólo me dedicaba por aquellos tiempos a la fotografía colaborando en murciatoros.com donde Guillermo Lorente me decía como mejorar mis fotos y yo aprendía poco a poco, siendo Montiel el "culpable" de mi primera exposición de fotografía en solitario.
Llegaron los años buenos para Francisco Montiel, toreaba en muchos sitios y no faltábamos nunca a sus festejos, luego comenzaron a disminuir y siempre hemos hablado con amistad entre los dos. He disfrutado de sus salidas a hombros y he sufrido junto a él cuando las cosas no salían como se quería. Ha reído a mi lado y también le he visto lágrimas de hombre - que el hombre de verdad también llora y Montiel lo es sobradamente -. Me han dolido sus cornadas y su mala suerte con el estoque viendo como sonaban los avisos. Pero hoy me ha dolido mucho más la decisión tomada, aunque le entendemos.
Corte de toreo bueno, siempre ha entendido a los toros desde que salían de toriles, y la suerte no le ha acompañado en los despachos ni en su última etapa como novillero ni en su etapa de matador de toros. Sabemos que no se ha cansado de llamar a todas las puertas a todos los teléfonos, esperando siempre que algún empresario le diese esa oportunidad de demostrar la tauromaquia que lleva dentro. Ha llamado a Clubes Taurinos pidiendo "una mano" que le ayudara a ese empujón preciso para entrar en un cartel.
La respuesta siempre ha sido el silencio en el mejor de los casos o el no rotundo, unas veces con excusas y otras sin ellas. Empresarios que ni le han descolgado el teléfono y otros actuando como si no lo hubieran cogido. Clubes Taurinos que no han movido ni un dedo diciendo que no pueden hacer nada y ver que por otros si se han movido.
La desesperación y el sentimiento de impotencia le han llegado, un hombre tiene su límite y Montiel ha llegado a él. Me duele, pero te entiendo y sinceramente alabo tu deseo de despedirte mediante los medios de comunicación de aquellos que un día te siguieron y lucharon contigo.
A todos ellos que tantos autocares sacaron para seguirte de plaza en plaza, te seguirán recordando siempre como torero, pero estamos seguros que la mayoría de ellos siempre te tendrán como Amigo y te admirarán como persona.
Y desde luego yo siempre sabré donde está mi amigo Francisco, que un día se dedicó a ser torero y que los aledaños de fuera de plaza le impidieron llegar a donde podría haber llegado.
UN ABRAZO
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