Conociendo al ganadero de Las Ramblas sabemos que hoy ha tenido uno de sus mayores disgustos al ver como no han correspondido sus toros a lo deseado para la plaza de toros de Murcia. Al disgusto normal de un ganadero se le ha sumado su amistad con el empresario y el cariño especial que le tiene a Murcia. Unos toros con una excelente presentación pero que han resultado flojos y deslucidos.
Antes del festejo comentar que un nuevo José María Manzanares ha realizado el paseillo por vez primera en La Condomina. La historia se ha repetido y el que un día salio de la mano de su padre en esta plaza, ha sido ahora el padre que le ha dado la mano a su hijo rompiendo plaza. Preciso homenaje a un padre y a un abuelo.
El segundo momento antes de la lidia ha sido cuando el Club Taurino de Murcia le ha regalado a Enrique Ponce una réplica en pequeño de la Virgen de La Fuensanta por sus 25 años como matador de toros.
Centrándonos en el festejo, Enrique Ponce comenzó con buenos lances en el primero de la tarde, donde se mostró muy por encima de un toro flojo y soso al que cuidó con mucha maestría toreando siempre a media altura y sacando la nobleza que tenía. Mató de estocada y paseó la primera oreja de la tarde.
El segundo de su lote, fue el de mayor movilidad del encierro, tema este que aprovechó con su gran maestría el Maestro de Chiva, realizando una faena a media altura para conseguir que embistiese y no se rajase, se fue a los terrenos de Sol para realizar faenas propias de otro tipo de toreros, pero es lo único que se podía hacer ante semejante astado. Mató de una buena estocada y los tendidos ya metidos en el bolsillo del torero pidieron con fuerza las dos orejas con las que se premió su actuación.
Lucia Manzanares hoy un bonito terno en catafalco y azabache y negro se lo pusieron sus toros para poder realizar faena. El primero de su lote ya fue protestado en los lances de recibo por su escasa fuerza, el público pidió con fuerza su cambio y el alicantino se vio obligado a ejercer de cuidador, llevándolo con mucha suavidad a media altura tirando a alta ésta, consiguió alguna tanda bonita pero sin toro no es posible la emoción ni llegar al corazón del aficionado. Con el estoque no fue su momento y saludó una cariñosa ovación tras ser pitado en el arrastre el de Las Ramblas.
El lidiado en quinto lugar fue un auténtico marmolillo, no le dio la más mínima opción a José María Manzanares, que lo intentó pero el propio público le pidió abreviar. Tras la estocada saludó una cariñosa ovación mientras los pitos fueron para el toro camino del desolladero.
Comenzó con mucho gusto en los lances de recibo Cayetano, luego con la muleta el toro tenia movilidad y le permitió estar bien, sobre todo por el pitón derecho, pero pronto se acabaron las fuerzas y Cayetano tragó algún que otro parón y mirada con torería pero ya sin lucimiento terminó la faena y tras una estocada caída paseó una oreja.
A la sosería y flojera de sus hermanos de camada, al sexto de la tarde se le unión el despiste, mientras Cayetano le llamaba la atención el miraba a otro lado y cuando entraba a la muleta no mostraba el más mínimo interés por pelear. Este despiste complicó el entrar a matar, por lo cual optó el torero por intentar "cazar" tema conseguido al primer intento. Saludo una ovación por el esfuerzo más que por lo conseguido.
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