El toreo de Puerta ha sido variado en los cuatro novillos, privando la calidad por encima del efectismo. La espada le privó de cortar en el primero una oreja siendo fuertemente ovacionado tras escuchar un aviso, en el segundo de Carlos Núñez también falló a espadas y pese a ello fue premiado con la vuelta al ruedo; en el tercero sacó a relucir su variado repertorio desde largas cambiadas a muletazos cambiados, en el mismo centro del ruedo para ligar posteriormente prolongadas tandas de derechazos y naturales, mató bien y le fueron concedidas dos orejas; en el que cerraba plaza, al que toreo primorosamente con el capote y remató la faena de muleta con Bernardinas, mató de pinchazo, media estocada y descabello, pese a ello el público solicitó la oreja que concedió el presidente.
Según el empresario de esta plaza, Pepe Luis Román, hacían dos años que ningún novillero sin caballos cortase a un solo novillo dos orejas en este coso.
Puerta salió a hombros de los entusiastas por la puerta grande, valga la redundancia, tras haber sido paseado a volandas por el ruedo.
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