Como todos Vds. conocerán, tras estar cinco años encarcelado por la Inquisición de Valladolid, Fray Luis de León regresó a su Cátedra en la Universidad de Salamanca subiendo al estrado comenzando su clase con la frase "Cómo decíamos ayer..." y eso es lo que ha ocurrido con Paco Ureña (salvando todas las distancias) en su regreso a las Ventas, saludó y se puso a torear en la plaza más importante del mundo como si nada hubiese ocurrido y demostrando que sigue siendo el mismo maestro de siempre.
Al primero de su lote lo recibió con unas verónicas templadas que señalaron el camino del de Lorca. Tras brindar al público de Madrid, que tanto quiere y respeta Ureña, comenzó sujetando al de Juan Pedro por abajo con la rodilla arqueada, para continuar con la mano derecha barriendo el albero para sacarle posteriormente lo mejor al natural con lances que fueron verdaderos carteles de toros. Lástima que pinchase antes de dejar un estoconazo y se conformó con la vuelta al ruedo.
El segundo de su lote lo brindó al Rey Juan Carlos I, pidiendo disculpas por no haberle brindado el primero "le debo mucho a Madrid" se justificó. Todo el trabajo lo realizó Ureña, enseñando el camino al toro, consiguiendo que entrase por donde no quería para realizar toda una obra de dominar y mandar. Consiguió Paco Ureña torear muy despacio y ajustado, rematando la faena con unas manoletinas que calaron en los exigentes tendidos de Madrid. buena estocada y paseó una merecida oreja.
El torero se reencontró con su afición y con el hombre y estamos seguros de que asimiló todo lo ocurrido para continuar con el "Cómo decíamos ayer" y seguir por ese camino que él mismo se ha marcado.
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