En Ayllón (Segovia) realizaron el paseillo en su segundo mano a mano Cristóbal Ramos "Parrita" y Manolo Vázquez (nieto del legendario matador de toros sevillano del mismo nombre), pero en esta ocasión fue totalmente imposible el poderle cortar alguna oreja a los novillos de Albaserrada, los cuales resultaron muy complicados y sin dar la más mínima opción a los novilleros.
Parrita, como es norma en él, lo intentó de todas las maneras posibles, jugándose los muslos una y otra vez, aún a sabiendas de la imposibilidad ante estos novillos, tanto fue así que en el segundo de su lote fue prendido recibiendo una soberana paliza. Al finalizar pasó a la enfermería donde le apreciaron contusiones en la mano y las costillas, con un pequeño puntazo en la pierna.
La aptitud de los novilleros fue reconocida por el público asistente siendo ovacionados ambos en sus novillos.
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