EL MURCIANO PASEÓ TRES OREJAS QUE TENDRÍAN QUE HABER SIDO CUATRO
Si Paco Ureña ejecuta como nadie el toreo al natural, en esta feria de Julio valenciana ha conseguido superarse a si mismo. Un Paco Ureña que ha aprovechado una plaza de primera para dar ese "puñetazo en la mesa" indicando que es torero para estar en todas y digo todas, las ferias taurinas de España y Francia.
Desde el minuto uno del festejo, Ureña comenzó con unos delantales preciosos para recibir al primero de la tarde. Con la muleta consiguió un buen engranaje entre el buen toro de Luis Algarra y su temple con unas muñecas que acariciaban cada una de las embestidas del toro. Mató de una buena estocada y paseó la primera oreja de la tarde.
Tras un buen quite muy ajustado por gaoneras en el primer toro de Román, salió el segundo de su lote, el cual se dio tres costaladas antes de la faena de muleta, pero el lorquino supo entender al toro desde el primer momento, llevándolo con mucho temple, consiguiendo que el astado se recuperase y dándole unas tandas por el pitón izquierdo con una extraordinaria calidad, ajustándose a los pitones, a pies juntos, con el compás abierto..., suave y parsimonioso con la derecha y de firma otra gran estocada. El público pidió con fuerza la oreja, pero el palco, olvidándose del reglamento se negó a la obligatoria concesión del trofeo. Enfado monumental del público que dejó de abuchear al presidente mientras Ureña daba la vuelta al ruedo.
Salió suelto el quinto de la tarde, tercero para Paco Ureña, pero se encontró con un Pedro Iturralde en el caballo que demostró lo que es picar de manera soberbia a un toro. Ahormado el de Luis Algarra sacó todo lo bueno que tenía en su sangre y se encontró para poder demostrarlo con un Paco Ureña excelente. Comenzó el lorquino por la mano derecha templando y llevando largo al toro, arrancando los olés del público, pero cuando se cambió la muleta de mano y el toro repetía una y otra vez, enloqueció de verdad al respetable que estaba presenciando una faena de las que hacen afición de verdad, de esas que se recordarán años y años. Ureña paraba el tiempo en cada muletazo y el de Luis Algarra le seguía el compas, Paco barría el albero y el astado humillaba aún más. Roto el murciano, siendo feliz de verdad delante del toro, tiró la muleta a mitad de la faena en un momento de auténtica inspiración y torería. Se tiró de verdad a matar y dejó el estoque en todo lo alto. Las dos orejas fueron el premio al torero y la vuelta al ruedo el premio a un gran toro.
Por su parte el valenciano Román no desaprovechó la tarde estando en su línea en todo momento, muy bien en el primero de su lote donde paseo una oreja con petición de la segunda y otra merecida oreja en el que cerró plaza.
Ficha del festejo.
Plaza de toros de Valencia
Media plaza
Toros de Luis Algarra bien presentados y buen juego, sobresaliendo un gran quinto.
Paco Ureña.- Oreja, vuelta tras fuerte petición y dos orejas
Román.- Oreja - con fuerte petición de la segunda- palmas y oreja





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