10 ago 2017

CON MARIANO MOLINA DA COMIENZO LA FERIA DE BLANCA




    Con gran cantidad de blanqueños se celebró ayer noche el acto por el cual dan comienzo de manera oficial la Feria y Fiestas de Blanca "Villa del Toro".

    Fue nuestro amigo y compañero Mariano Molina el que pronunció el pregón taurino y el que dió la orden de encender el "Chupinazo" de comienzo de Fiestas.

    Mariano Molina se refirió en su pregón a esa Blanca Taurina que tanto quieren los blanqueños, a los cuales nos unimos en ese punto los que somos de fuera, pero alabamos y queremos ese sentir taurino de sus habitantes, los cuales han conseguido que nuestro corazón tenga también algo de Blanca.

    El Director del programa "De Grana y Oro" recordó su época como novillero y las veces que toreó en Blanca, sus compañeros de cartel ... una bella parte de la historia taurina blanqueña. Recordó cogidas, que también han existido en Blanca y no olvidó la dureza del toreo cuando la verdad se hace realidad como lo ocurrido con Víctor Barrio e Iván Fandiño, a los que recordó con todo cariño.

     Al finalizar su intervención, la Alcaldesa de Blanca Ester Hortelano entregó a Mariano Molina un reproducción a escala del Toro "Blanca Villa del Toro", considerada la máxima distinción taurina que otorga el citado Ayuntamiento, indicando nuestro compañero que estará siempre en un lugar privilegiado de su casa. 

   Tras el chupinazo, los fuegos artificiales y la gran Agrupación Musical de Blanca terminaron de manera "redonda" este inicio de fiestas, donde, si Díos quiere, estaremos los días de festejos taurinos para poder informar a todos nuestros lectores.

   Como dice el refranero español, "Lo bueno si es breve, dos veces bueno" y esto ocurrió ayer con el pregón de Mariano Molina y como nos consta que a más de un blanqueño y a más de un aficionado a los toros le gustaría leerlo con tranquilidad, gracias a nuestro amigo Mariano Molina que nos ha dado el texto podemos reproducirlo en su integridad:



PREGÓN TAURINO DE BLANCA 2017

Por Mariano Molina Alba

   
    Buenas noches, blanqueñas, blanqueños, amigos y amigas. Muy buenas noches también a la Corporación Municipal, encabezada por la Alcaldesa, Esther Hortelano, y la Concejala Lucía Ato.
Hace 55 años, descubrí este hermoso pueblo. Si en ese momento alguien me hubiera contado lo que está pasando hoy, lo habría tildado de loco, no lo habría creído. ¿Cómo iba a imaginar que, más de medio siglo después, iba a ser yo la persona que diera lectura al Pregón Taurino de las Fiestas de Blanca? 
   
  Qué gran honor y qué gran responsabilidad. No sé si estaré a la altura de la categoría que tiene este rincón del Valle de Ricote, y les aseguro que no es falsa modestia…
Blanca me evoca, irremediablemente, a mi segunda Patrona, la Virgen Blanca de Vitoria, donde viví varios años, en mi juventud. En esa tierra del norte comencé a hacerme torero.
El destino quiso que mi debut con picadores tuviera lugar en Murcia. Fue un 5 de agosto de 1960. Estuve al lado de la máxima figura del toreo de entonces, Manuel Cascales Hilla, y otro murciano, Ramón Sánchez. Para la Virgen Blanca fue el brindis de mi primer toro.
En mis tiempos de novillero, actué varias veces aquí. En una ocasión compartí cartel con otro blanqueño, Antonio Molina Molina, ustedes lo recordarán. Ese día corté dos orejas y un rabo. Mi gran amigo Jesús Cano Melgarejo, también blanqueño, conserva recortes de prensa de aquella tarde.
A mis primeras actuaciones en Blanca vine de la mano de mi primer apoderado: Joaquín López Ríos. Hoy no me puedo olvidar de él. Es un gran amigo y una figura muy importante en la historia de mi vida, como también es importante en la historia taurina de Blanca. Joaquín fue empresario de esta ciudad durante 18 temporadas y dejó el listón muy alto.

   
  Confeccionó muchos carteles inolvidables, pero hubo uno que fue histórico. López Ríos fue capaz de que el maestro Pedro Martínez Pedrés reapareciera, por un día, en Blanca, junto a otra primerísima figura del toreo, Dámaso González, y Alfonso Romero padre.
Aquel festejo se retrasó más de media hora, para que el público se pudiera acomodar. Como he dicho antes, fue histórico. Más de 1.500 personas se quedaron en la calle.
Ante la rotundidad del éxito, López Ríos salió a hombros junto a los matadores. Así lo recogen las crónicas firmadas por Don Antonio Cano Sánchez, otro inolvidable blanqueño, que escribía bajo el pseudónimo de Ancasán.
Todos los buenos aficionados taurinos sabemos que por Blanca ha pasado el 90 por ciento de las máximas figuras del toreo. No puedo enumerarlas a todas, pero sí voy a resaltar a una: Alejandro Talavante, que en esta plaza sufrió un grave percance que le tuvo apartado de los ruedos durante dos temporadas.
De Blanca también han salido aficionados ilustres. Me gustaría destacar al artista Pedro Cano, que, además de un gran pintor, es un gran entendido.
Hay más personas que, de una forma u otra, ondean la bandera taurina de este pueblo tan singular. Es el caso del profesor de enseñanza Don Ángel Ríos, Cronista de la Villa de Blanca, y de su hijo Ángel, que toreó hasta tres años consecutivos en estas fiestas.

  
  En este punto, no puedo olvidarme de dos amigos que siento como dos hijos. Se trata de dos grandes aficionados que encarnan el carácter blanqueño, leal, altruista y entregado: Jesús Cano Melgarejo y Antonio José Candel, dos piezas clave cada vez que los necesito.
Viendo la tradición taurina de Blanca y a los grandes aficionados que ha visto nacer, sé que esta localidad mantendrá sus encierros y sus festejos. No me imagino a Blanca sin Feria Villa del Toro ni su ciclo de novilladas por las Fiestas de San Roque. Manteniendo e impulsando estos festejos, todos salimos ganando.
Desde este balcón pido el apoyo de todo el mundo, porque esta fiesta es muy importante para nosotros. Les confesaré que muchos de los momentos más felices de mi vida han tenido lugar en una plaza de toros.
Sin embargo, no todo es alegría. La pasión por este mundo a veces se traduce en episodios lamentables. Por eso, no podemos olvidar a dos jóvenes caídos en combate recientemente: Víctor Barrio, el año pasado en Teruel, y justo un año después, Iván Fandiño en Francia. 

    
   Así es nuestra fiesta. Los toreros estamos dispuestos a dar la vida por esta profesión que tanto amamos y que, a la vez, es tan difícil. Por eso es importante que recibamos el máximo respeto.
No me quiero extender más, ni hacerme pesado. Tengan presente que pueden contar conmigo para todo. Mi apoyo es incondicional desde que comencé mi carrera como comunicador taurino en Radio Nacional de España hace más de 30 años.
En la medida de mis posibilidades y con las plataformas de las que disponga, Ayuntamientos, empresarios, apoderados y todos los toreros, de cualquier categoría, siempre tendrán mi respaldo. No lo olviden.
Les deseo unas buenas fiestas de San Roque. Gracias a Esther Hortelano por todo, en mi nombre y en el de los que se visten de luces. Personas como usted se merecen una salida por la Puerta Grande.
Y sin más, blanqueños, me voy a despedir de ustedes como suelo hacer en De Grana y Oro: Que sean felices. Va por ustedes.




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