22 feb 2016

PEPE SOLER POR LA PUERTA GRANDE EN CEHEGÍN






   Han pasado muchos años desde que "Pepito Soler" se vistió de luces por última vez, años en los que su vida ha cambiado pero no su afición.

  Dentro de las I Jornadas Cultural-Taurinas  organizadas por el Club Taurino de Cehegín, la mañana del domingo se centró en un homenaje al matador de toros Pepe Soler, el cual junto a Felipe de Paco y Mariano Molina repasó "sin tapujos" su vida dentro del mundo del toro y su actualidad donde el los toros siguen siempre en su corazón.

    Pepe Soler confesaba la afición "desmedida" de su padre y cómo a los pocos meses de vida ya había estado en una corrida de toros, como jugaba con un capote delante de vacas (lecheras) y con los amigos cuando lo levantaba medio metro del suelo. En una época donde fue normal realizar el paseillo algún niño vestido de corto junto a los toreros, fue el maestro Ordóñez el que no le dejó en la primera ocasión (y aquel día escuchó una tremenda bronca en su toro en Murcia). Luego si lo realizó junto a El Cordobés en Lorca.

    Indicó la obligatoriedad familiar de que podía ser torero pero siempre teniendo que estudiar y sacar bien los cursos. 

   Esa etapa de estudiante en Madrid y cómo consiguió torear en Vistalegre, sus triunfos como novillero y sus tardes en Las Ventas, pasando por la alternativa que le dio el mismo que muchos años antes le había dado la mano en Lorca para ese primer paseillo de su vida.

    Los recuerdos se mezclaron con anécdotas en una mañana donde la atención del público fue total. Luego llegó el capítulo de como le llamaron desde la Comunidad Autónoma para pedirle que presidiera la formación de lo que es la Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia. El buscar los primeros alumnos "Alfonso Romero me decía que en Caravaca había uno que quería ser torero y tenía buenas maneras" lo llamé y se incorporó El Rubio. "En Lorca también quiere ser otro muchacho" y hablé con Paco Ureña..., un principio muy bonito, comentó Pepe, donde siempre enseñamos a los alumnos a estudiar y traernos las notas o en su caso (si tenían la edad reglamentaria) estar trabajando, al tiempo de educarlos en el respeto a todas las personas, un respeto que comienza con ellos mismos y con saber estar tanto dentro del toro como en la sociedad en general. Algo que se mantiene en todas las Escuelas Taurinas.

    Preguntado por su pasodoble, comentó que fue realizado por su padre, componiendo posteriormente la partitura para la banda un militar amigo de la familia, tras muchos años en los que sonó el pasodoble todas las tardes de toros en La Condomina, indicó el propio Pepe Soler que en la actualidad la banda tiene prohibido su toque, a pesar de lo mucho que animaba los tendidos.

   Ya como profesional de Fisioterapia y Osteopatía, reconoció que son muchos los profesionales del toreo que acuden a su consulta "Rafaelillo no falla cada vez que un toro le da una paliza, pero luego se pone otra vez delante como si nada".  Como anécdota en este campo comentó el revuelo que se montó en su clínica un día que se acercó El Cordobés, "no cabía nadie más" apostilló.

   Una jornada donde el tiempo pasó demasiado rápido para los presentes que disfrutamos de todo un señor y amigo dentro y fuera del ruedo, donde el único torero que se acercó fue Antonio José López "El Rubio" y notamos la ausencia de otros que pertenecieron a la Escuela en la época de su presidencia.

 Nota: Nos consta que nuestro compañero Mariano Molina dedicará una buena parte de su programa De Grana y Oro el próximo miércoles a las jornadas del Club Taurino de Cehegín.

    



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