17 oct 2015

ZARAGOZA LA TERCERA PLAZA DE 1ª QUE SE RINDE ESTE AÑO ANTE RAFAELILLO

SENSACIONAL BROCHE A UNA TEMPORADA DONDE RAFAELILLO HA MOSTRADO VALOR Y ARTE, TEMPLANZA Y LÍDIA  Y DONDE LOS MURCIANOS NOS HEMOS QUEDADO SIN PODER DISFRUTAR DE SU TAUROMAQUIA


     Una vez más el matador de toros Rafael Rubio "Rafaelillo" ha conseguido un gran triunfo a pesar de no haber salido por la puerta grande de la plaza de toros de Zaragoza, pero si ha entrado en el corazón de cuantos han presenciado el festejo de hoy en Zaragoza, tanto en el propio coso como a través de la retransmisión en televisión.

   Tras Madrid y Valencia, ahora ha sido Zaragoza quién ha tenido que reconocer y que disfrutar del valor y del arte de un murciano que se entrega día a día en los ruedos. Otra plaza de toros de 1ª categoría donde Rafaelillo ha triunfado sin cortar los máximos trofeos.

  Y para que nadie nos diga que escribimos sólo con el corazón y con el cariño que le tenemos transcribimos los comentarios que han publicado los más importantes medios de comunicación taurina de España, no sin antes reproducir el parte médico de esta tarde:

"Fractura costal en hemitorax izquierdo. Varetazo en muslo izquierdo. Pendiente de diagnóstico por la imagen. Pronóstico reservado que no le impide continuar la lidia. Hematoma en región pretibial derecho. Pendiente de diagnóstico por la imagen. trasladado a la Clínica Quirón".

       MUNDOTORO

Con lágrimas en los ojos, durante la vuelta al ruedo apenas podía articular el llanto. Entre la épica, la gloria y el dolor. Emociones del alma. Rafaelillo dio otro aldabonazo bajo el lema de la verdad. Su verdad. A golpe de llamar la atención cada tarde que ha tenido que vérselas con las ganaderías más duras, ha vuelto poner en boca de todos el término ‘lidia’. La de embraguetarse con el capote, la de doblarse por abajo, torear sobre las piernas en la muleta para después sacar naturales de bandera a una prenda inteligible o lo que es lo mismo, el toreo de toda la vida.
La tarde con la que cerró el año el murciano fue el resumen de su temporada más cantada: el miedo, la dureza, el sinsabor… pero también el toreo, el gusto, el temple y el reconocimiento de un público que valora el gesto. La corrida de Adolfo, de impresionante lámina, salió en el límite de peligrosa pero sin terminar de empujar y los nobles, como el sexto, les faltó arrear.
Se gustó Rafaelillo, que salió de la enfermería con una costilla flotante rota, toreando con gusto y poder a la verónica a ‘Madroño’, largo, fino de hechuras y con gran desarrollo de pitón. Lo que apuntó en los primeros tercios, lo desarrolló en la muleta del murciano. Una auténtica prenda desde que se intentó doblar con él. Aún así, lo toreó sobre las piernas para lidiarlo y cuando parecía que era imposible, le robó muletazos estimables al natural. Indudablemente, es su momento.
Cuando estaba toreando sobre la mano izquierda, el toro le dio una espeluznante voltereta que no resultó óbice para que dejara media en todo lo alto. Esta vez sí, el presidente tuvo la sensibilidad de premiar la épica del torero murciano.
Rafaelillo recibió a ‘Sevillano’ con dos largas cambiadas y una serie de delantales de mucha expresión. El de Adolfo, cornipaso y con cuajo, fue gazapón y muy suelto en los primeros tercios. Ya en la muleta, le dio distancia desde los medios para recetar una buena tanda sobre la mano derecha. En la segunda, se echó la muleta a la izquierda con el toro ya sabiendo lo que se dejaba atrás. En el pase de pecho, el toro hizo presa y lo cogió violentamente. Volvió a la cara del toro rápidamente sin chaquetilla para sacarle muletazos importantes de traza largo y templadísimos. Apenas fueron un puñado que sirvieron para rendir a la plaza. Se puso muy complicado para matar.
MARCOS SANCHIDRIÁN

APLAUSOS

Abrió plaza un toro serio, cornipaso y que en el capote no se empleó y tuvo la tendencia de reponer. Rafaelillo lo recibió con dos largas de rodillas y una serie de delantales. La faena, en la que el torero murciano dio distancia al de Adolfo con generosidad, tuvo buenos compases sobre la mano diestra hasta que en un pase de pecho sobrevino la cogida en la que por fortuna salió indemne tras tres feos derrotes. Desprovisto de la chaquetilla, regresó Rafaelillo a la cara del toro para cuajar un par de tandas que tuvieron mucha emoción, además de temple y largura. Pinchó en dos ocasiones antes de amarrar luna estocada corta y saludó una ovación.
El murciano, tras pasar por la enfermería, salió a torear al cuarto con una fractura de costilla. De rodillas recibió de nuevo a su oponente para enjaretarle un saludo con templadas verónicas y delantales y una buena media de remate. El de Adolfo Martín fue un auténtica alimaña. Lo lidió sobre las piernas el murciano y fue un milagro los muletazos que le robó sobre la mano izquierda. Milagroso fue también que no le hiriera el toro tras una fortísima y dura voltereta de la que se libró de milagro. Tremenda la paliza. Se jugó la vida sin trampa ni cartón. Vergüenza torera de Rafaelillo. Sinceridad y verdad del murciano. Evidentes los signos de dolor. Dejó media estocada y el palco premió su esfuerzo con una oreja que paseó entre las lágrimas y con el respeto del público.
 Redacción Aplausos

  
     BURLADERO.TV
   
Quienes se han vestido hoy de luces en Zaragoza recordarán la corrida de Adolfo como un horror: Lista, reservona, peligrosa y sin entregarse, auténticas alimañas que han medido a la terna y le han pedido el DNI, el carné de conducir y hasta el de la biblioteca. No se ha entregado ni uno de un lote terrorífico en el que el mejor ha resultado ser el sexto porque por el pitón izquierdo parecía no querer coger al torero.
Dicho esto, el ponerse delante de esos bichos era toda una heroicidad en una tarde de bragueta prieta, aire entrecortado y sudor salado.
De los tres actuantes el más placeado era Rafaelillo que, además, está en un estado profesional de dulce y hoy en Zaragoza se ha mostrado gigante y cabezudo en una tierra en la que de esas cualidades algo se sabe. Al torero se le ha visto animoso y disfrutando de su profesión en los inicios de la guerra. Y cuando se ha percatado de que el enemigo no disparaba con balas de fogueo se ha jugado la vida como pocas veces se ve en una plaza de toros, algo a lo que el público no está muy acostumbrado y no lo valora lo suficiente. El murciano ha estado capaz y valiente, saliendo cogido en sus dos toros y continuando su labor como un auténtico torero. La duda que me queda es si la mayoría de la plaza ha valorado ese desprecio a la cornada y ese anteponer su profesión al dolor. Por lo menos el Presidente si que estaba en lo que celebraba y le ha concedido a Rafaelillo un trofeo que ha arrancado a sangre y fuego, a cara o cruz...a vida o muerte
Paco Martínez 


   ABC
Rafaelillo salió molido de la Misericordia, y puede dar gracias a que todo quedó en una costilla rota porque las dos palizas que le dieron los dos adolfos que le tocaron en suerte (¿?) fueron para que el doctor Val-Carreres se hubiera empleado a fondo, de no ser por el quite que le hizo la Pilarica. La verdad es que el torero murciano estuvo hecho un león, como aquel Braulio Lausín, el León de Ricla, que emocionaba hasta el miedo a los públicos de los años veinte. Así debieron ser las gestas de aquel Braulio, que ayer en el albero misericorde reeditó este Rafaelillo que se fue a la guerra y que maltrecho ganó la batalla con dignidad y valor.

Pinchó la faena al primero, que ya se quedó corto en el capote, y de todo lo que desarrolló, nada bueno. En la muleta se dejó sin más, avisando siempre, hasta que al final de un muletazo con la izquierda rebañó al torero dándole un fuerte golpe en el costado. Sin chaquetilla volvió a la cara y la espada fue su cruz.
Espléndido fue el recibimiento con el capote al cuarto y con coraje se dobló con la muleta. Se hizo con el Adolfo y le pudo en naturales hasta que el toro le echó mano para matarlo. Como un guiñapo fue de pitón a pitón. La plaza le agradeció el pundonor y tras la estocada se pidió la oreja, sin mayorías, es verdad, pero el reconocimiento ahí quedó, mientras al torero se lo llevaban una vez concluida la corrida a la clínica Quirón para ver si las múltiples contusiones no escondían algo mas grave.
Ángel González Abad


FICHA: Toros de Adolfo Martín, bien presentados, muy serios de pitones, deslucidos en general, peligroso el 1º y una alimaña el 4º.

-        RAFAELILLO, ovación con saludos  y oreja.
-        RICARDO TORRES, palmas y ovación con saludos;
-        “PAULITA”, silencio y ovación con saludos.

ENTRADA: Más de media plaza

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