JOSÉ MANUEL: “No estoy aquí para pasar el rato, tengo las ideas muy claras y confío plenamente en mis posibilidades”.
El novillero José Manuel fue el protagonista del Martes Taurino celebrado anoche en el Club Taurino de Murcia. Totalmente recuperado del percance sufrido a finales del mes de septiembre en Mula, el de Alquerías hizo un repaso de la que ha sido una temporada fundamental para el devenir de su carrera profesional, después de solucionar al cien por cien los problemas físicos acarreados por sendas lesiones en sus hombros, además de hacer un recorrido por los momentos más importantes de su vida taurina con numerosas anécdotas y vivencias personales.
“Era consciente de que esta temporada tenía que dar un golpe de atención. Sin ser la temporada soñada, lo he dado todo en la plaza y creo que el objetivo se ha cumplido”, afirmó José Manuel. “Ahora toca prepararse en el campo con el objetivo de pisar plazas importantes la próxima temporada. Los esfuerzos de mi apoderado Luis Sánchez ‘Guerrita’, al que le estoy profundamente agradecido porque siempre ha confiado ciegamente en mí, ya me encargaré de rentabilizarlos yo en la plaza. No estoy aquí para pasar el rato, tengo las ideas muy claras y confío plenamente en mis posibilidades”.
A lo largo de la temporada, ha habido dos tardes que José Manuel destaca por encima de todas; “en Caravaca pude torear un novillo de La Plata disfrutándolo mucho y dando una muestra del concepto de torero que llevo dentro. Y la tarde de Calasparra fue inolvidable por las cosas que sentí, por el calor de la gente. Me daba igual la ganadería y el cartel, tenía las ideas muy claras e iba a por la Espiga. La pena fue la espada, pero esa tarde se vio mi capacidad y hasta donde puedo evolucionar”.
José Manuel recordó sus inicios en la Escuela Taurina de Murcia, su paso por las escuelas de Alcalá de Guadaira y Écija y el apoyo que recibió de Victoriano Marín tras una etapa muy complicada en su vida. Tras verse anunciado como novillero con picadores en las ferias de Murcia de 2008 y 2009, al año siguiente sin contratos decidió saltar de espontáneo en el coso de La Condomina para dar un toque de atención a la afición y a la empresa. “Era la única opción que tenía en ese momento de llamar la atención. Estaba desesperado y ya andaba yo con esa idea en la cabeza. La noche antes soñé que me tiraba de espontáneo y un apoderado me cogía y me ponía a funcionar. Cuando me desperté lo tenía claro y tenía claro que sería en un toro de El Cordobés porque era el torero que más me iba a entender puesto que él lo había hecho en alguna ocasión." La gesta tuvo mucho eco mediático en el momento pero a los seis meses llegó la sanción de 600 euros y de dos años de inhabilitación para torear. “Fue muy duro tener que esperar dos años para volver a torear, pero no me arrepiento de nada. Si volviera a encontrarme en aquella situación lo volvería a hacer, aunque si alguien me pidiera opinión siempre diría que no lo hiciese”.
En el epílogo de la tertulia fue José Manuel jr. quien con tan sólo tres años, puso la nota distendida y divertida a una charla amena y fluida, seguida por un gran número de aficionados que llenaron los salones del Club
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