Miguel Bienvenida: “Mi tío Antonio era Dios”
El décimo miembro perteneciente a la dinastía torera de los Bienvenida,
compareció anoche en el Club Taurino de Murcia para hacer un repaso de su corta
carrera como novillero y la influencia personal y profesional que en él tuvo la
familia. Miguel, hijo de Ángel Luis Bienvenida, compartió con los asistentes
multitud de anécdotas en una charla de gran calado humano y de un rico
testimonio de lo que es parte de la Historia del Toreo contemporáneo. Asistió
al acto como aficionado Juan Mejías, hijo de Juan Bienvenida, el menor de los
hijos del Papa Negro, afincado actualmente en Cartagena.
La carrera profesional de Miguel fue corta, pero digna como él
mismo calificó. Con apenas 12 años, su tío Antonio Bienvenida se ilusionó con
él y fue quien le guió en sus primeros pasos en la profesión. “Tan sólo pude disfrutarle 8 meses, pero
fueron tan bonitos y tan intensos… Estaba a todas horas con él. Me llevaba al
campo y me enseñó todo. Para mí, el tío Antonio era Dios, lo sabía todo”. La
muerte de Antonio en un tentadero en la ganadería de Amelia Pérez Tabernero
cayó como una losa en la familia. “Vinieron
unos amigos de Perú y el tío Antonio quería que me vieran torear para lo que
preparó dos becerras. Estaba toda la familia y aquello fue terrorífico. Fue tan
ilógico cómo sucedió el accidente, que estaba de Dios”.
El fallecimiento de Antonio retrasó su presentación y en su
carrera pesó mucho el apellido Bienvenida. “Notaba
la presión del público, pero ¿cómo iba a torear yo con la personalidad y el
conocimiento del tío Manolo, o con la sabiduría y el dominio del tío Pepe, o
con la elegancia y el señorío del tío Antonio, o con el arte y la gracia de mi
padre, o con la raza y la ambición del tío Juan?... Era imposible”.
Finalmente deja el toreo profesional y tras 8 años de inactividad mata varios
festivales compartiendo cartel con figuras que le sirven para mantener viva la
afición. Precisamente toreando como aficionado una vaca le lesiona gravemente
una pierna; “eso me sirvió para volver a
casa de mis padres y gracias a la lesión pude compartir con mi padre sus
últimos dos años de vida y los tres último de mi padre. No nos dejamos nada por
decir. Por lo que me supuso, me volvería a romper la pierna sin pensarlo”.
Durante la charla Miguel analizó a los Bienvenida: “El tío Manolo era el más completo de
todos. Tenía un dominio y un conocimiento fuera de lo común. Era una bestia.
Tuvo la mala suerte de morir con 25 años, sino hubiera sido un figurón de
época. El tío Antonio cumplió 30 años de
alternativa en activo a un nivel brutal. Fue todo un talento, de los que salen
muy pocos. El tío Pepe dominaba todos los tercios y fue un portento en banderillas,
y mi padre fue el que mejor toreaba de todos pero con una carrera mucho más
corta. Juan era pura raza y ambición, y Rafael tenía revolucionada América con
un futuro muy prometedor, pero fue asesinado con 16 años”
El décimo miembro de la dinastía Bienvenida, anunció la existencia
de un nuevo miembro que puede en un futuro no muy lejano seguir ampliando la
historia de los Bienvenida. “Se llama Gonzalo
y es nieto del tío Antonio. Tiene una afición desmedida y cosas francamente
buenas, pero tiene claro que no quiere ser profesional,
que sólo quiere torear como aficionado. Parece que lo tiene claro, pero el
tiempo lo dirá”.
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