GRAN TARDE DE TOROS EN ABARÁN

Abarán

Día 27 Septiembre

Entrada. Lleno

Toros de Santiago Domecq (4º con el hierro de Ana María Bohorquez - premiado con la vuelta al ruedo)

 - EL FANDI.- Oreja y 2 orejas y rabo

 - SEBASTIÁN CASTELLA.- Ovación con saludos y 2 orejas

 - MIGUEL A. PERERA.- Oreja y 2 orejas

        Cuando el público llena la plaza y se respira aire de toros, es fácil que este ambiente impregne a los toreros y quieran disfrutar toreando. Esto es lo que ha pasado en Abarán, una plaza donde un año más los toreros han disfrutado y con ellos todos los asistentes.

        El primero de la terna repetía un año más en esta población, donde año tras año se gana su repetición, El Fandi se ha entregado esta tarde por completo, para suerte le ha correspondido el mejor lote de la tarde y se ha lucido de manera especial en el tercio de banderillas del cuarto de la tarde, al cual le puso cuatro pares, calando en los tendidos por completo. Su primero tenía una gran calidad y David Fandila supo llegar a los tendidos e incluso bajarle la mano en algunos momentos. 

          El Fandi que se vuelca y se entrega completamente a su afición llegó en el cuarto de la tarde, un buen toro con el hierro de Ana María Bohorquez, mismo disfrutó de como estaba toreando, transmitiendo esto a sus seguidores y a los que no lo son tanto, una de las mejores faenas que hemos podido ver al de Granada que terminó paseando los máximos trofeos y aplaudiendo la vuelta al ruedo del toro.

         Sebastián Castella demostró el por qué es figura del toreo. En su primero un toro sin clase, que no quiso pelea en ningún momento, el de Nimes, con una gran honradez, en lugar de montar el estoque  y dejar que llegase su siguiente toro, se puso delante con firmeza y elegancia sujetando al astado con torería y consiguiendo algunos pases templados, ganándose a pulso una gran ovación que saludó desde el tercio.

       Para mi gusto personal, la faena más artista y profunda de la tarde fue la segunda de Castella, el francés bajó la mano con un temple y un gusto exquisitos, su verticalidad y profundidad caló en los asistentes y él se dedicó a torear para si mismo, creando arte en cada instante. Dos orejas de ley paseó tras la estocada.

         Miguel Ángel Perera se encuentra en un gran momento y lo ha demostrado en la Plaza de La Era. Un toro que comenzó muy bien y que se apagó a medida que transcurría la faena, con el cual Perera nos mostró su lentitud con la muleta y como se lleva al toro embebido en la muleta desde el principio al final de cada muletazo. Pinchó dos veces y esto le supuso pasear un sólo trofeo.

       No tenía prisa el extremeño ante el muy protestado toro que le correspondió para finalizar el festejo, un animal que parte del público comenzó pidiendo su vuelta a los corrales por manso y que algunos llegaron al final a pedir su indulto. Todo gracias a las buenas maneras de Perera que convirtió lo que parecía malo en bueno a base de torería y de temple, ofreciendo unos naturales que parecían carteles de toros. Al final consiguió las dos orejas, por su esfuerzo, elegancia y templaza.

    Cómo no podía ser de otra manera, al final los tres toreros y el mayoral salieron a hombros por la puerta grande, donde algunos seguían toreando para explicar como habían estado los toreros.

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