Caravaca de la Cruz
Día 28 Septiembre
Novillos de Ventorrillo.- correctos de presentación-
- Miguel Ángel Moreno.- 2 orejas y 2 orejas
- David Fernández.- Oreja y oreja
Si esto no llega a ser el mundo del Toro, sería imposible escribir este titular ya que se marcaban todas las premisas para no poder escribir nunca la palabra Triunfo.
En primer lugar porque la afición taurina en Caravaca se encontraba totalmente muerta y lo lógico hubiese sido encontrarnos "cuatro gatos" para presenciar la novillada, pero el trabajo y la ilusión del empresario Andrés Moreno consiguió que el aforo se llenase en la mitad de la plaza, lo cual es un triunfo en la esperanza de recuperar una afición que puede llegar a llenar este bonito recinto taurino.
La Esperanza (con mayúscula) en el futuro de nuestra fiesta cuando no encontramos con dos novilleros que en otra profesión se hubiesen "caído del cartel" y no habrían realizado el paseillo. ¿Porqué decimos esto?
En primer lugar Miguel Ángel Moreno arrastra una lesión en el hombro con la que "se ha peleado con su médico" para en lugar de quedarse tranquilamente en su casa (como sería lógico y normal en cualquier profesión de este mundo) se ha puesto el traje de luces y se la ha jugado ante dos novillos del Ventorrillo.
En el primero no se ha terminado de fiar de su brazo izquierdo y aunque ha estado aseado y bajando la mano no ha conseguido llegar al nivel al que ha estado en el segundo de su lote - novillo de gran calidad - con el cual se ha despreocupado totalmente de su lesión, se ha relajado y ha toreado a placer, disfrutando mientras toreaba y haciendo disfrutar al respetable, dando de nuevo a la afición murciana la esperanza de su recuperación como torero.
Completaba el cartel el ceheginero David Fernández, un muchacho con la responsabilidad de un hombre curtido, ya que se tiene que ser muy, muy responsable para salir a torear cuando tienes a tu abuelo aún sin enterrar. Tenía en el patio de cuadrillas los ojos rojos pero una esperanza ciega en su triunfo. Brindó al cielo como homenaje a quien tanto ha querido y se enfrentó a un novillo que le buscaba continuamente, tal vez le faltó otro puyazo, por lo que no pudo templar una faena llena de valor y donde en más de una ocasión terminó en los lomos del novillo, pero él sin mirarse siguió jugándosela. Al entrar a matar fue prendido feamente sufriendo un varetazo corrido del cual se le atendió en la enfermería tras pasear una oreja.
En su segundo no se olvidó del amigo que este año no se ha vestido de luces y del momento que está pasando, brindando el novillo a "El Rubio" en medio de una gran ovación. A pesar de que le dolería - además del alma - todo el cuerpo, David se sobrepuso y consiguió una buena faena merecedora de más de una oreja si no llega a ser por la no muy buena utilización del estoque.
Como verán Vds. en Caravaca vimos además de toros, el triunfo de la Esperanza.
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