En la tarde-noche de ayer, nos dimos cita más de 100 personas en el acto programado por el Foro Taurino y Cultural de Cartagena y Comarca en el hotel Alfonso XII de la Ciudad Departamental.
El acto resultó ser un auténtico "tres en uno" solamente superado por los que daba el maestro de Cartagena José Ortega Cano en la Monumental de Las Ventas y al cual no le faltó el remate final.
El primero de los tres pases fue la inauguración de la exposición de pintura del sevillano afincado en Málaga Juan Manuel Hurtado González, el cual está mostrando en el citado hotel una muy diversa exposición de su obra taurina, la cual trata desde el toro en el campo a una variada serie de lo que es una corrida de toros, comenzando con salida del toro a la plaza, culminando con la salida a hombros de los espadas, unos espadas en su mayor parte con nombre y apellidos, figurando desde José Tomás a Filiberto (que posteriormente mostró su sorpresa e indicó que es la primera pintura que ha visto sobre él). Una inauguración que comenzó con unas palabras del Presidente del Foro, en las cuales - y como no podía ser de otro modo al encontrarse en el acto la concejala de Cultura y Festejos del Ayuntamiento-reivindicó una vez más la importancia de conseguir tener nuevamente en Cartagena una plaza de toros, palabras a las cuales la representante municipal indicó que no se encuentra el tema en el olvido.
El segundo de los pases fue la charla coloquio con Francisco García (presidente de la Federación de Asociaciones Taurinas de la Región de Murcia) Paco Vera (presidente del citado Foro) y Filiberto (novillero de Calasparra). Franciso García glosó su intervención en el conocimiento que tiene del torero desde antes de dar su primer capotazo y como ha ido creciendo tanto taurínamente como de manera personal, Filiberto optó por pedir al público asistente que le preguntase de cualquier tema referente a su faceta torera, mostrándose con la misma elegancia y temple como si se encontrase vestido de luces en Nimes (por cierto durante todo el tiempo el Foro no dejó de mostrar imágenes del calasparreño a lo largo de su corta trayectoria, incluyendo la faena del novillo que indultó en la citada ciudad gala). No escatimó en responder ningún tema ni dudó en "mojarse" para hablar de cuanto le debe a la afición de Calasparra, ni de la seriedad del público de Albacete, o los silencios de Nimes, así como lo cariñoso del público de la Condomina.
El tercero de los pases que compusieron la tanda fue la intervención de un más que joven cantaor "El Balilla" que a pesar de su escasa edad brilló con luz propia en los salones del hotel Alfonso XII. Una actuación que recordaremos siempre ya que se quedó grabada en nuestra mente.
Y para que este "tres en uno" no nos supiese a poco, el colofón final fue un "vino español" que nos permitió a todos los presentes cambiar impresiones y sobre todo HABLAR DE TOROS.
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