MADRID
Novillos de Hnos. Torres Gallegos (bien presentados)
- FRANCISCO MONTIEL.- Ovación con saludos, tras leve petición y ovación
- Jesús Fernández.- Ovación con saludos y ovación con saludos
- Emilio Huertas.- Vuelta tras petición minoritaria y palmas.
Nuestro paisano Francisco Montiel, ha acudido a este compromiso de Las Ventas dispuesto a demostrar que sabe y puede. Ya en su primero se marchó directo a la puerta de chiqueros para recibir a portagayola, a su primer novillo en la plaza de toros más importante de España.
Una verónica muy lenta y una media de gran calidad apuntamos en su saludo capotil a este noble pero flojo novillo, para una vez con los "trastos en la mano" y tras haber visto la buena labor en brega de Juan Soriano y un par muy bueno de Antonio Cama, comenzar su faena doblándose con el novillo al filo de las tablas y ofrecernos unas buenas tandas por la derecha antes de quedarse el novillo como "un marmolillo" y siendo prácticamente imposible sacarle un solo pase que descacar.
El cuarto de la tarde, complicado y también muy flojo, no dio opciones para realizarle nada descable, lo intentó Montiel por los dos pitones pero fue imposible, escuchando una cariñosa ovación tras pinchar dos veces y estar desafortunado con el descabello, pero dejando en Madrid una buena sensación y -según mi punto de vista- las puertas abiertas para poder entrar en alguna ocasión.
Meritoria la tarde de Jesús Fernández al que pudimos verle algunas buenas series por ambos pintones y un "no perder los papeles" ante el complicado segundo de la tarde que intentaba por todos medios enganchar al novillero que se libró de algún susto bueno a la altura de la cara gracias a sus buenos reflejos.
En el quinto le pesó mucho Madrid y lo dejó "crudo" en el caballo, convirtiéndose en una autentica alimaña pasando serios apuros, su decisión y ganas le sirvieron para saludar una fuerte ovación.
Emilio Huertas quiere dar el salto de categoría esta temporada y la verdad es que apuntó muy buenas maneras, sobre todo en el primero de su lote al cual supo, a base de aguantarle y de ponerle la muleta en su sitio corregirle los problemas que presentaba y sacarle buenas series bajando la mano, lástima que la mala actuación del tercero de la cuadrilla con el descabello, enfriasen al público, ya que la vuelta al ruedo podría haber sido con alguna oreja en la mano. El sexto fue un novillo que manseo y al cual Emilio entendió y realizó toda la faena en el sitio elegido por el novillo, aunque no pudo sacarle nada destable.
En resumen, tarde interesante en Madrid, gracias a la diversidad de juego de los astados y a las ganas de los actuantes.
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