13 feb 2011

LA PUERTA GRANDE DE CARAVACA SE ABRIO PARA TRES MURCIANOS


Día 13 de Febrero
Caravaca de la Cruz
Novillada Mixta.
1 eral de Remonta, para rejones
y 4 Novillos toros de Guadalmena (el segundo premiado con la vuelta al ruedo)
- Ramón Mata.- 2 orejas (rejoneador)
- Francisco Montiel.- 2 orejas y oreja
- Antonio Puerta.- 2 orejas y 2 orejas y rabo

El ARTE Y EL VALOR UNIDOS SE LLAMA ANTONIO PUERTA

El rejoneador Ramón Mata, ha realizado en la mañana de hoy una actuación de menos a más, con unos comienzos en los que ha sido alcanzada su cabalgadura en varias ocasiones y donde los rejones de castigo los ha puesto muy caídos, al igual que la primera banderilla, pero desde ese momento ha sacado todo lo que tiene dentro y ha conseguido clavar en lo alto y gustarse incluso en los pares de banderillas al violín, necesitando de un solo rejón de muerte, para descabellar con prontitud, siéndole concedidas las dos orejas.

Abrió plaza el novillero Francisco Montiel, que se ha encontrado en primer lugar con el novillo más terciado del encierro, que además acusó falta de fuerzas, al que le ha toreado con gusto y donde le ha dado algunas series realmente buenas por ambos pitones, y consiguiendo dos orejas. Al segundo de su lote, el más grande de la mañana, poco se podía hacer, pero el de Cieza ha estado voluntarioso y con ganas ante este enemigo, consiguiendo al final cortar una oreja. Montiel ha estado toda la mañana en torero, queriendo hacer de todo a sus novillos y eso tal vez, según mi punto de vista, le ha perjudicado, ya que si se hubiese puesto solo a torear al natural o con la derecha - que lo hace y además muy bien - hubiese conseguido "meterse en la canasta" al público.

Tras la fuerte lesión del pasado mes de septiembre en Mula, ha reaparecido Antonio Puerta, al cual no le importa si un novillo tiene más o menos fuerza, si embiste mejor por un pitón o por otro, ... le saca partido a todo lo que salga por chiqueros. Hoy en Caravaca ha demostrado que puede y quiere ser torero, a unas verónicas dignas de un gran lienzo, le ha sumado unos naturales y unos derechazos de los que hubiese puesto en pie a la mismísima Maestranza, pero a ese arte le une unos pases por la espalda, y un citar desde el tercio con las dos rodillas en tierra, como el que está entrenando de salón. Une de tal manera el arte con el valor, que los aficionados, en algunos momentos, creemos que estamos soñando. Cuatro orejas y un rabo, ha sido una pequeña recompensa de lo que hemos visto en esta mañana.


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