MURCIA
Toros de Salvador Domecq, correctos de presentación y que han servido en líneas generales.
-EL CID.- Oreja y dos orejas
- SEBASTIAN CASTELLA.- Dos orejas y gran ovación
- DANIEL LUQUE.- Oreja y Oreja
Cuando los toreros de la categoría de los que formaban el cartel de la tarde de hoy están dispuestos a sobresalir de sus compañeros de cartel y mantienen la pugna que han tenido en el ruedo, el público no tiene por más que hacerse aficionado, que es la auténtica manera de que este verdadero BIEN DE INTERÉS CULTURAL, siga generación tras generación.
El Cid, ha llegado a Murcia en un gran momento, teniendo las ideas muy claras para hacer que el repetidor pero con complicaciones primero de la tarde, se doblegase a su entrega y afán de hacer las cosas bien. Ha matado de una gran estocada, que seguro estará entre las candidatas al premio correspondiente de esta feria. En su segundo, un buen toro, ha disfrutado toreando y cuando esto ocurre, el público y el aficionado disfrutan con él, ha toreado primorosamente por ambas manos, se ha mostrado pinturero y poderoso. Otra buena estocada le ha servido para cortar merecidamente las dos orejas.
Sebastián Castella, se ha mostrado en su primero con mucho gusto tanto en el capote como con la muleta, con el percal ha salido de tablas al centro del anillo con unas preciosas verónicas y ya con la muleta, puesto en la mismísima boca de riego, le ha instrumentado dos pases cambiados por la espalda que han puesto al público en pie. Una faena que ha tenido que realizar principalmente por el pitón derecho, ya que por izquierdo presentaba dificultades, pero donde no ha renunciado en ningún momento a su verticalidad, a no sacarse el toro a las afueras, en definitiva a torear de verdad. Ha matado de una buena estocada y se le han concedido las dos orejas. En su segundo, un toro con algunas complicaciones que le ha impedido bajar del todo las manos, ha tenido un temple como el que los buenos aficionados realizan en sus sueños. Otra faena de dos orejas si no llega a ser porque antes de dejar una estocada entera pinchó dos veces. La gran ovación que escuchó le obligó a salir a saludar a los medios.
Daniel Luque sabe habar delante del toro y no quería en ningún momento quedar fuera de lo que se estaba realizando esta tarde en la Condomina. En su primero, muy complicado por el derecho, cogió la zurda y nos ofreció todo un recital de lo que es torear al natural, con pases largos y templados, matando de estocada y siendo premiado con una oreja. Un premio que me cuesta entender como el respetable no solicitó la segunda, ya que la faena contó con la categoría suficiente para esa citada recompensa. En el que cerraba plaza - bis - se encontró con un animal que no humilló en ningún momento, realizando otra gran faena con un temple exquisito, sin molestar al toro y sacándole todo lo que tenía dentro, para culminar con estocada y paseando una oreja.
Los tres toreros salieron a hombros por la puerta grande.
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