Día 7 Septiembre
CALASPARRA
Novillos de Alcurrucén, bien presentados y de juego desigual
- Mario Aguilar.- Ovación con saludos y silencio
- Daniel Palencia.- Ovación con saludos y silencio
- Joao Augusto Moura.- Ovación con saludos y silencio.
Nos hemos encontrado, como es normal en Calasparra, con una novillada bien presentada y que en esta ocasión, si bien es cierto que no han sido fácil de lidiar, tampoco ha presentado, salvo dos de ellos, unas grandes dificultades, pero en esta ocasión los novilleros no han podido estar por encima de sus oponentes y lo que es más grave, no han intentado en ningún momento estar en torero.
De momento podemos decir que ninguno de ellos fue capaz de “estirarse” con el capote, razón por la cual, como podrá apreciarse en la información gráfica, no hemos podido poner ni una sola foto con el capote de brega.
El mejicano Mario Aguilar consintió u ordenó, un excesivo castigo en el caballo, al primero de la tarde, con lo que se le quedó totalmente apagado un novillo que podría haber dado un juego totalmente diferente, le arrancó algunos muletazos sueltos y sus series no pudieron pasar de tres muletazos. El público (sinceramente no entiendo este comportamiento) aplaudió su labor y le permitió dar la vuelta al ruedo, tras aplaudir al astado en el arraste. Con el noble cuarto, que también fue aplaudido en el arrastre, solo le dio pases sueltos y tras dos pinchazos, media estocada, y escuchar un aviso, el público guardo silencio.
El alicantino Daniel Palencia, no se encontró a gusto con ninguno de sus novillos, en el primero, con una faena con muchos muletazos, pero faltos de profundidad, consiguió dar una no-merecida vuelta al ruedo y con su segundo, que presentó dificultades, no consiguió acoplarse, siendo silenciado tras escuchar un aviso.
El portugués Moura, pasó sin pena ni gloria por el coso de la Caverina, la verdad es que nada dijo su trasteo con los novillos, donde en la primera faena prácticamente no dio un pase por la izquierda – aunque fuese premiado con otra vuelta improcedente – y en el segundo se encargó de darle un fuerte castigo en varas y solo pudo dar muletazos de uno en uno y sin ligazón.
Menos mal que en la plaza se encontraba Pedro Gosalves que demostró lo que es poner las banderillas de poder a poder y “asomándose al balcón” .LO MEJOR DE LA TARDE
INFORMACIÓN GRÁFICA
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CALASPARRA
Novillos de Alcurrucén, bien presentados y de juego desigual
- Mario Aguilar.- Ovación con saludos y silencio
- Daniel Palencia.- Ovación con saludos y silencio
- Joao Augusto Moura.- Ovación con saludos y silencio.
Nos hemos encontrado, como es normal en Calasparra, con una novillada bien presentada y que en esta ocasión, si bien es cierto que no han sido fácil de lidiar, tampoco ha presentado, salvo dos de ellos, unas grandes dificultades, pero en esta ocasión los novilleros no han podido estar por encima de sus oponentes y lo que es más grave, no han intentado en ningún momento estar en torero.
De momento podemos decir que ninguno de ellos fue capaz de “estirarse” con el capote, razón por la cual, como podrá apreciarse en la información gráfica, no hemos podido poner ni una sola foto con el capote de brega.
El mejicano Mario Aguilar consintió u ordenó, un excesivo castigo en el caballo, al primero de la tarde, con lo que se le quedó totalmente apagado un novillo que podría haber dado un juego totalmente diferente, le arrancó algunos muletazos sueltos y sus series no pudieron pasar de tres muletazos. El público (sinceramente no entiendo este comportamiento) aplaudió su labor y le permitió dar la vuelta al ruedo, tras aplaudir al astado en el arraste. Con el noble cuarto, que también fue aplaudido en el arrastre, solo le dio pases sueltos y tras dos pinchazos, media estocada, y escuchar un aviso, el público guardo silencio.
El alicantino Daniel Palencia, no se encontró a gusto con ninguno de sus novillos, en el primero, con una faena con muchos muletazos, pero faltos de profundidad, consiguió dar una no-merecida vuelta al ruedo y con su segundo, que presentó dificultades, no consiguió acoplarse, siendo silenciado tras escuchar un aviso.
El portugués Moura, pasó sin pena ni gloria por el coso de la Caverina, la verdad es que nada dijo su trasteo con los novillos, donde en la primera faena prácticamente no dio un pase por la izquierda – aunque fuese premiado con otra vuelta improcedente – y en el segundo se encargó de darle un fuerte castigo en varas y solo pudo dar muletazos de uno en uno y sin ligazón.
Menos mal que en la plaza se encontraba Pedro Gosalves que demostró lo que es poner las banderillas de poder a poder y “asomándose al balcón” .LO MEJOR DE LA TARDE
INFORMACIÓN GRÁFICA
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